A propósito de los deberes escolares
El estudio se ha realizado en Sydney (Australia), pero estamos convencidos de que los resultados hubiesen sido muy similares si se hubiese llevado a cabo en Granada o en cualquier provincia española. Nos referimos a la investigación realizada por Richard Walker, profesor de una universidad australiana, que ha publicado su estudio internacional bajo el título "Reformando las tareas escolares". La principal conclusión convertida en la jornada de hoy en titular en muchos diarios españoles es que "los deberes escolares son abundantes y poco efectivos”. Este estudio pone de nuevo en la palestra el debate de deberes sí o deberes no. Nosotros creemos que es ahí donde está el problema ya que como se ha visto se puede convertir en arma política (tal y como ha ocurrido en Francia) o sirve de enfrentamiento a la ya delicada relación de las familias con los docentes, especialmente por aquellos que optan más por la cantidad, que por la calidad de las tareas escolares. Quizás el quid de la cuestión sea intentar responder a la pregunta ¿deberes escolares para qué? ¿Para terminar ejercicios inacabados en clase? ¿Para tener ocupados a los menores con tareas monótonas? ¿Se podrían sustituir por otras más creativas o simplemente habría que derjar a los niños que jueguen y ocupen sus tiempo libre con tareas deportivas o culturales de su agrado?
los deberes no tienen un gran resultado para los niños de primaria, muestra beneficios limitados en los primeros años de secundaria y beneficios razonables en los últimos años del mismo periodo" viene a destacar el estudio internacional elaborado por el equipo de profesores australiano que igualmente señala que "hay demasiadas tareas basadas en ejercicios y pocas en la práctica", por lo que proponen "que los profesores desarrollen un plan de deberes antes y durante el curso escolar", indica Horsley, otro de los profesores de la Universidad Central de Queensland participante en este estudio. Por su parte el profesor Walker recomendó que los deberes dejen de ser vistos como una "actividad individual" para enfatizar en el aprendizaje "colaborativo o social".
Recientemente se abría este mismo debate en el país galo que ha vivido la denominada “revolución de los deberes” y donde siete de cada diez franceses se oponen a suprimir los deberes escolares, pese a la recomendación lanzada en marzo por la mayor asociación de padres de alumnos de Francia, según indica un sondeo difundido hoy. Por su parte, la Federación de Consejos de Padres de Alumnos (FCPE) consideró en pasado marzo que "nadie ha probado la utilidad de los deberes" y que estos "no hacen más que acentuar las desigualdades entre los niños que pueden beneficiarse de ayuda y los que no". Y es que en Francia una circular prohíbe desde 1956 encargar deberes escritos a los escolares de primaria, aunque como ocurre en muchos países es papel mojado.
A finales de septiembre un artículo de ABC realizaba un barrido sobre este tema por nuestros vecinos europeos en los que los “homework”, “devoirs a la maison”, “compiti a casa2, “hausaufgaben” suscitan los mismos debates y reflexiones que pueden suceder en un colegio o instituto granadino. “Los escolares europeos vuelven del colegio cada día con la mochila cargada de libros de texto para hacer sus tareas” destacaba al principio dicha información antes de recoger las oportunas declaraciones de Jean Jacques Hazan, presidente de la Federación de de Consejos de Padres de Alumnos: “Hace falta que los niños enseñen en casa lo que han aprendido en el colegio y no que enseñen en clase lo que han hecho en casa”.
Otro dato curiosos recogido es cómo “los países que mandan menos deberes tienen los mejores resultados” en el informe PISA, según el Observatorio de la Infancia belga, que ha retado a probar «un mes sin deberes» en casa, pero ampliando la jornada escolar en Bélgica para que se puedan completar en la escuela. En la afamada Finlandia, por sus brillantes resultados en estas pruebas, se mandan deberes pero, tal y como señala Javier Melgarejo, exdirector del colegio Claret de Barcelona y un experto en el sistema educativo finlandés, los padres disponen de horarios más compatibles con sus hijos y se implican en su educación, acompañando al niño en sus deberes, estimulando la lectura y complementando así el esfuerzo que se hace desde la escuela, al tiempo que añade que “en España tenemos la creencia de que cuantas más horas se dediquen, mejor y no es cuestión de cantidad sino de calidad”.
En nuestra opinión, y en la de grupo de profesores de la Escuela de Padres de la Fundación Proforpa, vinculada a la asociación católica de padres Concapa, está claro que los deberes han de estar adaptados a cada alumno y a cada edad y deben dejar tiempo libre a los niños para jugar o realizar otras actividades deportivas o de ocio. La petición racional de deberes estará justificada en aras a ir fomentando desde la infancia el hábito de trabajo, de orden y superación.
En este sentido también Unicef ha llamado la atención sobre el poco tiempo libre de que disponen los alumnos alemanes, que pueden llegar a tener más horas de trabajo que sus padres: en promedio, los niños y jóvenes utilizan 38,5 horas semanales en el colegio y haciendo los deberes, más tiempo que con la familia (18 horas), que viendo televisión (casi 14 horas) y o disfrutando de tiempo libre (15 horas).
Por último, en Rusia se considera que son necesarios y útiles, siempre que no sean excesivos en tanto que en Italia, el Gobierno llegó a admitir el pasado curso la posibilidad de estudiar su supresión si existen otros estímulos. Y las asociaciones de padres griegas han promovido más clases en colegios públicos, para que los niños pueden quedarse y hacer los deberes.
En lo que respecta a los padres españoles existen discrepancia entre los las confederaciones de asociaciones de padres y madres de alumnos. Mientras la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos promueve el fin de los deberes en casa, al menos tal y como son actualmente, al entender que demuestran un fracaso del sistema educativo, la católica Concapa advierte, por el contrario, de que suprimir los deberes sería una “irresponsabilidad” que “traerá más fracaso escolar”.
Por su parte, la CEAPA criticaba en marzo pasado que en los últimos años se haya incrementado el tiempo que los menores han de dedicar en casa a realizar las tareas escolares, y señala que representan en gran medida un fracaso del sistema educativo, provocan desigualdades sociales, crean tensiones entre padres e hijos, constituyen un problema para muchos progenitores y restan tiempo a los menores para realizar actividades deportivas, culturales o de esparcimiento, que también contribuyen a su desarrollo personal. Así mismo, realiza una serie de alternativas a esta problemáticas tales como la reformar el currículum educativo, para establecer una enseñanza más motivadora, práctica y centrada en la adquisición de competencias básicas, que los deberes sólo estén constituidos por una formación complementaria, con el apoyo de las bibliotecas, museos, asociaciones y recursos del entorno escolar, con actividades relacionadas con la lectura, la investigación y la utilización de las TICs y sin que sea necesaria la ayuda de un adulto, la oferta, por parte de todos los centros de programas de refuerzo educativo (los llamados “planes de acompañamiento educativo” en Primaria, y los PROA en secundaria), etc.
LAS TAREAS ESCOLARES DEBEN... Para terminar hacemos nuestro un cuadro resumen publicado por el Consejo Escolar de Navarra en el que se señala que las características que debe cumplir toda tarea escolar: - Deben estar planificadas y coordinadas por el equipo docente, en el ámbito de la autonomía de los centros, garantizando su graduación, su ajuste en extensión y dificultad, su vinculación con los objetivos de cada nivel y el equilibrio entre las diferentes materias. - Deben ser adecuadas, en cuanto a dificultad y tiempo requerido, a la edad del alumnado, a su nivel educativo y a su momento evolutivo. - Deben tener en cuenta las necesidades individuales de cada alumno o alumna, priorizando los aprendizajes básicos instrumentales. - Deben ser motivadoras y fomentar el interés y el gusto por aprender. - Deben estar expresadas de forma clara y precisa, tanto para el alumno o alumna como para su familia - Deben ser revisadas, corregidas y tenidas en cuenta en el proceso de enseñanza y aprendizaje del alumnado. - No deben reemplazar las clases ni ser impuestas como castigo o medida disciplinaria. - No deben generar, por su volumen, estructura o forma, elementos discriminatorios para los grupos socialmente desfavorecidos. - Deben tener en cuentas las necesidades de descanso del alumnado en los periodos festivos y vacacionales. |
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